A fines
de diciembre, el Instituto Nacional de Estadística e Información (INEI) y
el Minag informaron sobre los primeros resultados del IV Censo Nacional
Agropecuario (IV Cenagro), realizado a fines del año pasado. La
población tenía mucha expectativa por conocer información actualizada,
después de tantos años transcurridos desde el último Cenagro (1994).
El número de unidades agropecuarias
Quizá lo
más llamativo de los resultados preliminares del IV Cenagro sea el
aumento del número de unidades agropecuarias (UA): pasaron de un millón
763 mil en 1994, a dos millones 293 mil en 2012; esto es, hay una
variación de casi 530 mil UA más. La región Cajamarca lideró este
incremento, con el 23% del total (más de 144 mil nuevas UA), además de
Áncash, con 12% (62 mil). La única región donde la cantidad de UA
disminuyó fue Huancavelica.
Aumento del minifundio
Aún no
se han dado resultados sobre el tamaño de las UA. Pero, según la
reciente Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) —que ya había adelantado
que el número de UA sería cercano a los 2.3 millones—, el incremento de
UA se da principalmente en aquellas menores de una hectárea, duplicando
su número. Estamos, pues, ante una mayor minifundización de la tenencia
de la tierra.
¿Dónde?
En
números absolutos, el incremento en la sierra fue el mayor: cerca de 324
mil nuevas UA (28.2% más que en 1994). Pero, en términos relativos, el
crecimiento mayor se dio en la selva (56.5% más que en 1994) y en la
costa (44.6% más que en 1994). Según el IV Cenagro, la situación actual
es que el 64.2% de todas las UA del país están en la sierra, el 20% en
la selva y el 15.8% en la costa.
¿Por qué?
¿Por qué?
¿Qué
explica este notable aumento? La respuesta rápida es que hay mayor
presión demográfica sobre la tierra: existe más población y no hay
suficiente tierra. Pero resulta que la población rural no ha aumentado
en las últimas dos décadas: entre los censos de población de 1993 y
2007, apenas sí creció en 12 mil habitantes. En cuanto a la superficie
agrícola, la situación varía entre regiones. Se ha expandido en la
costa, gracias a las nuevas áreas ganadas por las grandes obras de
irrigación, pero esas áreas pasaron a conformar neolatifundios, sin
nuevos espacios para más agricultores familiares o medianos
agricultores. Por tanto, en la costa sí se habría producido
minifundización por fragmentación de pequeños predios familiares.
En la
sierra, las áreas agrícolas no solo no aumentan, sino posiblemente se
reducen por una continua erosión de las laderas. No es entonces
sorprendente que en términos relativos sea la región con menor
crecimiento de UA; sin embargo, en términos absolutos el incremento es
muy alto. Es interesante anotar que alrededor del 45% de este incremento
se dio en un solo departamento: Cajamarca; por el contrario, el único
departamento del país que ha tenido una reducción en el número de UA es
Huancavelica. Se requieren datos censales adicionales para tratar de dar
una explicación a ambos hechos, tan contrastados.
La zona
de expansión de las tierras agrícolas es la selva, a costa de la
deforestación. Aquí se asientan los migrantes que provienen, sobre todo,
de la sierra, y no sorprende que haya habido un aumento de las UA y que
esta tendencia continúe en el futuro. Hoy día, una de cada cinco UA del
país se encuentra en esta región
Al
inicio afirmábamos que la población rural estaba estancada y, por tanto,
no habría presión demográfica sobre la tierra. Pero ¿hasta qué punto
esto es cierto? Los censos de población de 1993 y de 2007 definen
población rural como aquella asentada en conglomerados de 100 o menos
viviendas, es decir, conformada por aproximadamente 500 personas. Con
otras definiciones de población rural, puede estimarse que esta
concentra a más del 40% de la población total (1) Es decir, un número
indeterminado, pero elevado, de UA puede ser conducido por población que
es censada como «urbana». Según la Enaho de 2008, el 29% de los
productores agrarios eran población urbana (2). Podría afirmarse, por
consiguiente, que parte de la población considerada como «urbana»
también ejerce una presión por acceder a la tierra.
Las parcelas
Es muy
llamativo que el número de parcelas registrado por el IV Cenagro (5
millones 136 mil) sea inferior al del censo de 1994 (5 millones 721
mil); es decir, las UA están menos parceladas hoy que hace casi dos
décadas. Mientras que en 1994 el número promedio de parcelas por UA era
de 3.2, en 2012 era de 2.2. En 1994, en nueve departamentos del país, el
número promedio de parcelas pasaba de tres; en 2012, en ninguno se daba
esa situación, salvo en Puno.
La ganadería
Los
resultados preliminares del IV Cenagro dan interesante información sobre
la ganadería; por falta de espacio, se resume a continuación lo más
saltante. La población de ganado vacuno se incrementó en un 12.1% entre
los dos censos, a 5 millones de cabezas, concentrándose en la sierra el
73.6%. El ganado ovino se redujo drásticamente, en un 22.7%, a 9.3
millones de cabezas. También el ganado porcino se redujo, pero en menor
proporción —menos 5.9%—, a 2 millones de cabezas. El número de alpacas
creció notablemente, en un 46.2%, a 3.6 millones de cabezas. En todos
los casos, la sierra es ampliamente la región más ganadera. También hubo
un impresionante incremento de la población de pollos de engorde: 82.2%
—más de 86 millones, sobre todo en la costa—, afirmándose como la
principal fuente de proteína animal del país.
Finalmente…
La
escasa información difundida hasta el momento, de los resultados del IV
Cenagro, es ya bastante sugerente de cambios importantes. Pero será
necesaria mucha más información para explicar estos cambios y conocer,
además, otras facetas de la cuestión agraria, como el régimen y
estructura de tenencia de la tierra, el peso de la mujer en la actividad
agraria, la importancia de la agricultura familiar en la producción de
alimentos, el tipo de tecnologías utilizadas, etc. El gobierno ha
prometido que todos los resultados serán puestos a disposición del
público en el más corto plazo y sin restricciones. Así lo esperamos.
Notas
1 Sobre
el punto, ver «Redimensionando la población rural», en La Revista
Agraria 101, de noviembre de 2008. <http://
www.larevistaagraria.org/content/redimensionando-
la-poblaci%C3%B3n-rural>.
2 INEI.
Perú: perfil del productor agropecuario. 2008, p. 26.
<http://www.inei.gob.pe/ bibl ioineipub/bancopub/est / l ib0851/
libro.pdf>.
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