miércoles, 14 de septiembre de 2011

Respaldo de EEUU a política antidrogas neutraliza críticas a Soberón

Fernando Eguren (CEPES)
Nota publicada en la Agencia Andina

Lima, set. 14 (ANDINA). El respaldo de Estados Unidos a la política antidrogas peruana es un aval conveniente que neutraliza las críticas contra el jefe de Devida, Ricardo Soberón, sostuvo hoy el presidente del Centro Peruano de Estudios Sociales (Cepes), Fernando Eguren.

Comentó las expresiones de la embajadora estadounidense, Rose M Likins, quien dijo a medios peruanos que Washington confía en la estrategia antidrogas peruana y que la erradicación de los cultivos es sólo un parte del problema.

“Me parece que es una buena noticia la declaración hecha por la embajadora de Estados Unidos. Entiendo que ese es un aval de la administración norteamericana a la nueva política de este Gobierno y de Devida”, opinó. 

Aunque sostuvo que si bien Perú no requiere necesariamente de un aval de Estados Unidos, sin embargo lo consideró un “aval conveniente” e importante, además en un contexto en que algunos sectores políticos han cuestionado que Soberón esté al frente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida).
“Ayuda a neutralizar las críticas de orden político. Basta que sea el gobierno de Gana Perú el que propone una nueva política antidrogas para merecer acusaciones personales y agraviantes contra Ricardo Soberón, una de las personas que más conoce sobre el tema”, observó.

Eguren, sociólogo e investigador sobre la realidad agrícola del Cepes, consideró positivo que Soberón, en su exposición ante el Congreso, haya basado la política antidrogas en la prevención, interdicción y el desarrollo alternativo.

Refirió que la nueva jefatura de Devida ha demostrado el “tremendo fracaso” de las políticas anteriores, porque en su exposición ante el Congreso, el martes, presentó las cifras de las metas trazadas anteriormente y cómo éstas no fueron alcanzadas.

“Obviamente había una política errada, porque no se estaban logrando los objetivos, y las políticas erradas hay que cambiarlas. (…) Hemos visto que se reducen las áreas en zonas donde hay esa intervención directa, y surgen nuevas áreas. Eso ocurre al interior del país y entre países, es el llamado efecto globo”, comentó.

Confió en que la nueva estrategia basada en la prevención, interdicción y el desarrollo alternativo sea manejada de tal manera que resulte efectiva, y no como estaba ocurriendo antes, con “la idea simplona” de reducir áreas de cultivo de coca únicamente con la erradicación compulsiva.

Perú aplicó durante la última década una política antidrogas centrada en el programa de erradicación forzosa de los sembríos de hoja de coca, pero las nuevas hectáreas superan a los cultivos eliminados. Los sembríos de coca bordean las 62,000 hectáreas, según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).




No hay comentarios:

Publicar un comentario