Editorial de La Revista Agraria 136, escrita por Fernando Eguren
Tenemos un nuevo ministro de Agricultura: Luis Ginocchio. Conocedor del sector, se sabe sobre su inclinación a favor de la agricultura familiar: es un convencido de la necesidad de apoyarla para lograr que sea competitiva, tarea, sin duda, importante y, también, desafiante. Importante, pues la mayor parte de nuestros productores agrarios son pequeños y medianos, y han recibido muy poco apoyo de los gobiernos anteriores. Importante, asimismo, pues son los principales productores de alimentos del país (ver artículo, más adelante). E importante, en tercer lugar, porque la pobreza rural tiene una alta incidencia en el universo de la pequeña agricultura, de modo que una política que contribuya a su desarrollo es, también, una de lucha real contra la pobreza. Importante, por último, pues no hay desarrollo regional y descentralizado en el Perú sin que haya desarrollo rural, y no hay desarrollo rural si la agricultura familiar no se desarrolla.
Tenemos un nuevo ministro de Agricultura: Luis Ginocchio. Conocedor del sector, se sabe sobre su inclinación a favor de la agricultura familiar: es un convencido de la necesidad de apoyarla para lograr que sea competitiva, tarea, sin duda, importante y, también, desafiante. Importante, pues la mayor parte de nuestros productores agrarios son pequeños y medianos, y han recibido muy poco apoyo de los gobiernos anteriores. Importante, asimismo, pues son los principales productores de alimentos del país (ver artículo, más adelante). E importante, en tercer lugar, porque la pobreza rural tiene una alta incidencia en el universo de la pequeña agricultura, de modo que una política que contribuya a su desarrollo es, también, una de lucha real contra la pobreza. Importante, por último, pues no hay desarrollo regional y descentralizado en el Perú sin que haya desarrollo rural, y no hay desarrollo rural si la agricultura familiar no se desarrolla.