miércoles, 28 de septiembre de 2011

Olmos y Caillaux: el peligro de la concentración de la tierra agrícola


Caillaux Agricultura

En mayo de este año la International Land Coalition (ILC, Coalición Internacional por el Acceso a la Tierra), que reúne a ONGs, gremios y organizaciones intergubernamentales, incluyendo el Banco mundial, la FAO y el FIDA- adoptó una resolución que rechaza el acaparamiento de tierras. Este acuerdo sin precedentes, dada la importancia de los entes asociados a la ILC, pone en el primer plano de la agenda política internacional el proceso de concentración del control sobre las tierras agrícolas. Y debería también ponerla también en la agenda nacional.

La referencia a esta resolución viene a colación por las declaraciones del ministro de Agricultura, Miguel Caillaux, en el sentido de que una parte de las 38 mil hectáreas de nuevas tierras de la irrigación de Olmos serán compradas por el Estado para que, a su vez, ser transferidas –en condiciones aún no precisadas- en lotes de 50 has. Recordemos que originalmente el proyecto contemplaba sólo lotes de 1000 has, y algunos de 500 has. Luego se definió que también habrían lotes de 250 has. Finalmente el ministro propone que haya 100 lotes de 50 has.

A pesar de estos cambios reduciendo el tamaño de algunos de los lotes, la mayor parte de las nuevas tierras de Olmos se venderán en módulos de 1000 has. Más aún, un inversionista puede adquirir varios módulos. Por lo tanto, se agregarán nuevos latifundios a los ya existentes en diferentes valles de la costa.

La propuesta del ministro Caillaux incluye tan sólo al 13% del área total de la irrigación de Olmos, posiblemente limitado por obligaciones contractuales que vienen de gobiernos anteriores. Pero es necesario que el nuevo gobierno vaya definiendo cuál será su política respecto del tamaño de los predios para las más de 180 mil hectáreas que se ganarán con las nuevas obras de irrigación en la costa que anunció el primer ministro Salomón Lerner en su presentación ante el pleno del Congreso en agosto pasado. ¿Seguirán la política de grandes irrigaciones fomentando la concentración de la tierra agrícola en el país? ¿O las nuevas tierras serán distribuidas según criterios más equitativos e incluyentes, en cumplimiento de la declarada voluntad política de este gobierno de lograr una sociedad más inclusiva? 

De continuar con los criterios vigentes desde el gobierno de Fujimori, de propiciar tan sólo la gran inversión agrícola, se irá consolidando una estructura bipolar y excluyente en la tenencia de la tierra en la costa, en la que mucha tierra estará en pocas manos, y poca en las de la mayoría. Como antes de la reforma agraria. 





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