Esta
revista quiere destacar dos hechos ocurridos este mes de mayo: la promulgación
de la Ley sobre
Alimentación Saludable y las negociaciones en Lima del Acuerdo de Asociación
Transpacífico (TPP). Y uno tercero, el más sentido, la muerte de Javier Diez
Canseco.
· El pasado 10 de mayo, el presidente Humala promulgó la Ley 30021, «Ley de Promoción
de la
Alimentación Saludable para Niños, Niñas y Adolescentes»,
norma que promueve la educación nutricional y regula la publicidad de alimentos
no saludables dirigida a esos sectores poblacionales. La reacción negativa y
bullanguera de los empresarios limeños y de los medios de comunicación a su
servicio, aun cuando no sorprende, sí llama la atención, pues deja en evidencia
hasta dónde están dispuestos a distorsionar la realidad, a mentir abiertamente
o a hacer demagogia («esta ley impedirá que veamos el mundial de fútbol del
Brasil»), en un asunto tan delicado como el de la nutrición infantil, con tal
de no reducir sus ganancias.
· Pero también muestra que no están dispuestos a aceptar que el
gobierno asuma sus responsabilidades como garante del bien común —en este caso,
de la salud pública— en todo espacio o dimensión que pueda significar una
oportunidad de lucrar. La beligerancia de los empresarios contrasta con la
pasividad de la sociedad civil, que ha recibido la norma con una inexplicable
tibieza. Por otro lado, el gobierno muestra una vez más que no tiene portavoces
políticos capaces de defender sus decisiones con solvencia y contundencia. Y
esta ley merece una defensa con estas cualidades. Se inician ahora las
presiones por el contenido del reglamento. Es muy importante que los ciudadanos
intervengan en las discusiones que se avecinan, pues, con seguridad, los
empresarios —al menos aquellos que se sienten afectados— tratarán de que el
reglamento le quite el filo a la ley.
· Entre el 15 y el 24 de mayo se desarrolló en Lima la
decimosétima ronda de negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico
(más conocido por sus siglas: TPP). Con el TPP, que involucra a once países, el
Perú amplía sus compromisos comerciales y de inversión con más de una
cincuentena de naciones de América, Asia, Europa y Oceanía, sumando todos los
acuerdos comerciales anteriores, tanto bilaterales como regionales. Esta
abundancia de acuerdos, casi todos negociados en los últimos diez años —con una
mínima participación de la sociedad civil y con escasa información y
transparencia—, tampoco ha pasado por el Congreso (a excepción del TLC con
Estados Unidos, que entró en vigencia en 2009). Los efectos de estos acuerdos
sobre la economía y sociedad peruanas, que pueden ser tanto positivos como
negativos, son suficientemente importantes como para que merezcan un mayor
debate público y pasen por la aprobación del Congreso. La sociedad civil debe
asumir parte de la responsabilidad de que esto sea así, por su pasividad y
escaso interés.
El 4 de mayo falleció Javier Diez Canseco. Los
multitudinarios homenajes realizados por personajes e instituciones de
diferentes orientaciones políticas dejan claro que era bastante más que una
figura política: reunía en su pensamiento y en su actividad pública y privada
un conjunto de valores reconocidos como necesarios para una sociedad más justa,
humana y solidaria, más allá de las diferencias ideológicas. Debe ser un motivo
para que la izquierda se revise a sí misma, tanto en sus aportes como en sus
errores, en busca de la sociedad a la que Javier, y tantos otros como él,
aspiramos.
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